"Si yo sé que tú eres, y tú sabes que yo soy, quién va a saber quien soy yo cuando tú no estés."
Hace tiempo escribí sobre mis mejores amigas, luego escribí sobre la falsa amistad... y aquí vuelvo otra vez a hablar sobre la amistad verdadera que es un tema tan amplio y profundo.
Generalmente, no se puede describir en palabras lo que es tener un verdadero amigo. De hecho no sabes ni el día, ni la hora en que lo vas a encontrar. Simplemente aparece. Resalta de la multitud cuando más lo necesitas. Cuando sientes que tus piernas flaquean y ya no tienes apoyo, aparece él, con una sonrisa y una mano tendida. Y la tomas de manera involuntaria sin darte cuenta de que es un extraño para ti, pero por lo que hace en esos momento, se convierte en una persona importante para tu alma. Las heridas se curan con la voluntad y con el apoyo. Los logros se consiguen con la voluntad y con el apoyo. Con el apoyo de aquel alguien que quiere verte bien siempre y que pase lo que pase está siempre contigo...aunque no lo veas, aunque no lo toques...pero lo sientes. Sientes su sinceridad, sientes su alma... lo sientes como parte de ti.
La verdadera amistad supera todas las circunstancias, traspasa todas las aduanas, recorre todos los kilometros necesarios en tan solo segundos. Y nunca pide nada a cambio...
Los amigos verdaderos se pueden contar con una mano. Si los tienes guárdalos, aprécialos, recompénsalos....
La verdadera amistad supera todas las circunstancias, traspasa todas las aduanas, recorre todos los kilometros necesarios en tan solo segundos. Y nunca pide nada a cambio...
Los amigos verdaderos se pueden contar con una mano. Si los tienes guárdalos, aprécialos, recompénsalos....