"Jamás el esfuerzo desayuda a la fortuna."
Pero no hay logro sin esfuerzo.
Para llegar a la cima, uno se la pasa difícil. La escalera, por muy recta o redondeada que sea, no te facilitará el acceso. El triunfo, lo puedes ver, pero no puedes tocarlo. Para tocarlo con los dedos de una mano, para sentirlo como propio se necesita mucha perseverancia. Perseverancia, paciencia, ambición, táctica y no últimamente constancia. Si no eres constante, puedes perder en apenas segundos, lo que te esforzaste en construir en horas, días o meses. El esfuerzo no se refiere siempre a una capacidad física, sino más bien, a la capacidad mental. El anhelo es vizualizado con la mente y tocado con el corazón. Eso quiere decir que tu implicación debe ser total.
Cuando alguien quiera algo, aunque no puedas escucharlo de sus labios, puedes leerlo en sus ojos. Las aspiraciones están en cada uno de nosotros o se ven a través de los ojos. Los cobardes no tienen ese brillo en los ojos que los valientes tienen. Este espejo del alma te ofrece más información de lo que puedas pensar.
Vale la pena seguir caminando aun cuando tienes la mirada nublada, aun cuando tienes todas las puertas cerradas... aun cuando estás perdido.
A caso no es más feliz aquel que sabe luchar por lo que desea? A caso no tiene una motivación más grande que el que se pierde entre la multitud?
Sé valiente siempre sin importar las circunstancias.